martes, 13 de noviembre de 2012

Lo que se lleva en Europa en materia de Estado de Bienestar y política social

Arriba, Vagón de Terecera y abajo Vagón de Primera (Daumier 1875)
    

    


Con la finalidad, en un futuro, de ver hasta qué punto seguimos la moda europea en el Sur, he procedido a elaborar un listado de las principales tendencias en materia de Estado de Bienestar  y política social en distintos países en la última década.
     Lo primero que llama la atención es que, a diferencia de lo que ocurrió en los años 80 y los primeros 90, en general, los gobiernos se han mostrado muy activos en este sector de política, venciendo la inercia de los programas públicos existentes y las resistencias de los actores que tradicionalmente han defendido el status quo del bienestar (cuestión que tendremos que explicar politólogos y sociólogos). Además, el papel de otros actores, como los ministerios de finanzas o de empleo o de las corporaciones empresariales se ha hecho ahora más visible en el diseño de la política.

     De entre todos los países, los de la Europa continental parecen ser los más dinámicos últimamente, en buena medida porque los anglosajones y los nórdicos lo fueron en la década anterior. Otro asunto bien interesante es que en muchas ocasiones las políticas no suponen menos sino más intervención del Estado en forma de control administrativo. Por sectores de política social, se han producido reformas en todas ellas aunque, en principio, los recortes son más duros en pensiones y protección por desempleo.

Sin ánimo de ser exhaustiva, el catálogo de los cambios se podría sintetizar en:

 1) Apuesta por convertir en empleables al máximo número de ciudadanos
 -- A diferencia de las políticas de los 80 que favorecían la salida del mercado laboral de mujeres, mayores y  discapacitados para garantizar el empleo de los varones cabeza de familia, en la actualidad estos colectivos vuelven a considerarse empleables y por lo tanto reciben presión para que busquen un trabajo.
-- Se subvenciona a los trabajadores pobres. Con la finalidad que los desempleados trabajen aunque sea en un empleo precario, el que el individuo tenga un trabajo se ha convertido en una condición para que pueda recibir la prestación, que completa el insuficiente salario.
-- Puesta en marcha de las políticas de activación y no solo en relación con la política de protección por desempleo. En este sentido, se condicionan las prestaciones (rentas mínimas, subsidios,... etc.) a que el individuo tenga un comportamiento "activo" (buscando un empleo o de otro forma). Aún así, estas políticas son muy distintas según los países y mientras en algunos lugares tiene un enfoque negativo, de castigo, en otros su filosofía es la contraria.
-- Flexibilización laboral: básicamente se facilita el uso de contratos a tiempo a tiempo parcial o de duración determinada.
-- Facilitación del autoempleo

2) Recortes y remercantilización
-- Especialmente en las pensiones públicas: retraso de la edad de jubilación, fomento de los planes de pensiones privados obligatorios y voluntarios, reducción de la cuantía de la pensión, debilitamiento del sistema de reparto (que es el que tenemos aquí)
-- En la protección por desempleo, se recorta la prestación en cuantía y duración, se desvincula de la carrera contributiva previa (para que haya menos resistencias a su recorte), se acorta el tiempo en que se reciben la prestación contributiva y se alarga el subsidio no contributivo, que es menos generoso.
-- Privatizaciones, introducción de libre elección y el copago en educación y sanidad que, en general, traen como consecuencia la remercantilización (hacer a la gente más dependiente del mercado para satisfacer su necesidades)
--  Recorte del gasto farmacéutico (lo incluyo porque este gasto tiene un nada desdeñable efecto redistributivo)

3) Nuevas políticas de protección para colectivos específicos: familias, niños, mujeres, ancianos y desfavorecidos
-- Mientras en algunos países la desregulación está trayendo como consecuencia un fuerte aumento de la pobreza y la desigualdad (y de la dualización del mercado de trabajo), otros, previendo estás consecuencias están tratando de mejorar la protección a los trabajadores precarios (que antes no tenían derecho a desempleo, por ejemplo).
-- Desarrollo de políticas de conciliación de la vida laboral y familiar, con especial, el apoyo a las mujeres y a las madres o padres solos.
 --  Atención a la dependencia, en especial en relación con los ancianos
-- Apuesta muy decidida en algunos países por políticas de lucha contra la pobreza, especialmente la pobreza infantil.
-- La creciente evidencia empírica que relaciona la pobreza con la falta de oportunidades desde la infancia ha hecho a apostar a algunos por mejorar la atención a los niños desde los primeros momentos de la vida. Esta será previsiblemente una política estrella en los próximos años.














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